Olhe o Degrau Ermelino Matarazzo

La región de Ermelino Matarazzo fue la cuarta en recibir una acción de la iniciativa Olhe o Degrau. La escalera está ubicada en frente a la escuela EMEF João Franzolin Neto, en la calle Pedra Lavrada, en el Parque Cisper. La intervención fue implementada en 2018 con el apoyo de la Fundação Fenômenos, a través del programa Desafío de Fenómenos, y con la ayuda de decenas de estudiantes, profesores y residentes de la comunidad.

Aproximadamente 450 niños y jóvenes utilizan esta escalera para ir a la escuela todos los días. La elección del sitio se hizo en base al deseo de mejorar esta experiencia para los estudiantes, pero también por la oportunidad de involucrar a la comunidad escolar en el proceso de renovación y mantenimiento futuro del espacio. Además, la intención del proyecto era aprovechar la localización de la escalera, que ofrece una visión amplia del paisaje circundante, y que ya funciona como una pequeña plaza para la comunidad en su parte superior, con la presencia de bancos, una pista de bochas, una zona verde, una zona de barbacoa y una parada de autobús.

En la investigación de campo para identificar la dinámica del sitio, se observó que la escalera es utilizada como parte de la trayectoria de los estudiantes para llegar a la escuela y también por los residentes de la zona, que se caracteriza por ser predominantemente residencial. Cuando se les preguntó a los usuarios sobre su percepción de la escalera, ellos reportaron una sensación de inseguridad, la cual está directamente asociada con el uso de drogas y la mala iluminación pública.

Buscando escuchar a la gente de la comunidad, Cidade Ativa realizó un taller colaborativo en marzo de 2018. La actividad incluyó actividades lúdicas e interactivas que permitieron obtener más datos sobre los deseos de transformación de la comunidad. Tras añadir estos datos a los de la investigación de campo, las mejoras más mencionadas fueron: limpieza del lugar, accesibilidad, iluminación pública, pintura y creación de espacios para jugar y permanecer.

Cidade Ativa desarrolló una propuesta de reforma que buscaba traducir, sobre todo, la voluntad de un espacio para que los estudiantes – los principales usuarios de la escalera – jueguen y se reúnan con sus amigos. Para posibilitar la intervención (preparación, limpieza y mantenimiento) la acción contó con el apoyo del Ayuntamiento Regional de Ermelino Matarazzo y de la empresa Norte Sul Hidrotecnologia.

Se definieron tres grandes estrategias: graffiti en las paredes laterales, en honor a los artistas del Movimiento Cultural Ermelino Matarazzo; la construcción de muebles de madera y neumáticos – bancos, mesa de picnic y juguete – que conforman un rincón para promover encuentros; y la pintura de los escalones con dos recorridos temáticos pintados en el suelo: en el descenso, pintura de poesía de artistas de la región y juegos en forma de ecuaciones y charadas matemáticas y, para los que suben, triángulos que se organizan en forma de juego y movimiento.

La transformación de la escalera tuvo lugar en mayo de 2018 y contó con la ayuda de muchos voluntarios y estudiantes de EMEF João Franzolin Neto, que pusieron sus manos para transformar la escalera en un nuevo espacio recreativo en el barrio. Además, Cidade Ativa contó con socios como: Zoom Urbanismo, Arquitectura y Design para la construcción de la mesa de picnic, patio de recreo y bancos en madera y neumáticos; y artistas locales, comprometidos desde el inicio del proyecto, que colaboraron con la producción del mural de graffiti, también involucraron el Ayuntamiento Regional de Ermelino Matarazzo, que se comprometió a limpiar el lugar, podar la zona verde e instalar una nueva barandilla.

Después de la intervención, el equipo regresó al campo para recopilar nuevos datos que permitieran evaluar el impacto de la acción en la escalera. El resultado mostró que hay más gente que se queda en el área, ya sea sentada en bancos o con niños jugando antes o después de ir a clase. Además, la sensación de inseguridad disminuyó significativamente: antes de la intervención, el 57% de los entrevistados dijeron que se sentían inseguros en el lugar y, después de la transformación, sólo el 4% dijeron que tenían miedo de bajar las escaleras.

El compromiso con la escuela a lo largo de todo el proceso fue esencial para instigar un nuevo uso de la escalera por parte de los estudiantes, desarrollando un sentido de pertenencia y cuidado del espacio público. Las actividades sencillas, como un picnic, aportan un nuevo aspecto y significado de apropiación a la escalera.